ANXO MARTÍNEZ – O SALNÉS
Los agricultores de O Salnés con plantaciones de kiwi están a punto de terminar la recolección de este año. La campaña está marcada por una drástica reducción en el volumen de fruta recogida, si bien a cambio es más grande y de mejor calidad que la del otoño de 2009. La incertidumbre comercial generada por la crisis económica es el tercer factor que define la presente temporada.
En O Salnés hay una treintena de agricultores con plantaciones grandes de kiwi, y la previsión es que este año recojan en torno a 350.000 kilos, entre un 25 y un 35 por ciento menos que en 2009. En Ribadumia se encuentra la sede principal de Kiwi Atlántico, que es la mayor empresa española del sector.
De hecho, se estima que en España se recolectan al año unas 12.000 toneladas de esta fruta, de las cuales unas 7.000 las comercializa el grupo empresarial al que pertenece Kiwi Atlántico.
Esta sociedad tiene fincas en Galicia –las más grandes están en Baixo Miño–, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y Portugal. En O Salnés, Kiwi Atlántico se abastece de una veintena de agricultores, y espera cosechar este otoño unas 300 toneladas de fruta.
La cooperativa agraria Horsal también comercializa kiwi. Se la aportan diez cosecheros, y prevén recoger este año sobre 50.000 kilos, frente a los 110.000 del ejercicio anterior. La jefa de administración de Horsal, Rosa Nogueira, apunta que “el año pasado fue malísimo”, pues los socios cobraron una media de 30 céntimos por kilo, cuando lo normal era que no bajase de los 70. El gerente de Kiwi Atlántico, Carlos Vila, manifiesta por su parte que “esperamos que haya mejores precios que en 2009, porque hay menos producción en el resto de Europa. En Italia, por ejemplo, se calcula que tienen un 20 por ciento menos”.
La competencia italiana
El gran enemigo del kiwi gallego es el italiano. A estas alturas del año la fruta procedente del hemisferio sur –sobre todo Nueva Zelanda y Chile– ya ha desaparecido, o está a punto de hacerlo, pero su lugar lo está ocupando el transalpino. Carlos Vila indica que Italia es el mayor productor mundial –con un volumen 40 veces superior al de España–, y que aplica sistemas de cultivo intensivos, en los que prima la cantidad sobre la calidad. Gracias a ello, logran situar su fruta en los mercados a precios bajos.
De hecho, en Galicia ya se puede encontrar kiwi italiano a unos 80 céntimos el kilo, mientras que la previsión para el gallego es que su precio al público oscile entre el 1,75 y los 3 euros, dependiendo del calibre.
Para Rosa Nogueira, “el kiwi italiano es más barato, pero en calidad es muy superior el gallego”. Carlos Vila, por su parte, asume que el producto autóctono no tiene un precio tan competitivo, pero dice que a cambio ofrece más garantías al consumidor.
En este sentido, alega que en España las heladas llegan algo más tarde que en otros puntos de Europa, y que eso permite retrasar la recolección y hacerla solo cuando la fruta está realmente madura. La segunda ventaja sería que el kiwi gallego –al menos el que ellos comercializan– se obtiene sin haber utilizado ningún tipo de tratamiento químico, ni en el cultivo ni en el periodo de conservación.
Efectos de la crisis
Horsal todavía no ha empezado a comercializar su mercancía, por lo que no saben hasta qué punto influirá la crisis en el sector. En el caso de la firma asentada en Ribadumia ya han puesto algunas pequeñas partidas en el mercado, aunque no será hasta la semana próxima cuando de verdad inicien la fase de venta.
Carlos Vila opina que “la crisis va a afectar, como en todo. Hasta ahora España era uno de los países donde más se cotizaba el kiwi de calidad. Pero de un tiempo a esta parte estamos notando que la gente se decanta cada vez más por lo barato. Pero a veces lo barato sale caro”.
Kiwi Atlántico da empleo en la nave de Ribadumia a una media de 35 personas, aunque en la época de recogida pueden llegar a los 70. Su principal cliente fuera de España es Inglaterra, pero también exportan a Holanda, Polonia, Alemania, Canadá, Colombia y Estados Unidos.
Para Carlos Vila “el kiwi tiene potencial. El problema en O Salnés es el tamaño de las fincas, pues esta fruta necesita propiedades más grandes”.
Fuente:Farodevigo.es